La butaca Tonella tiene cabida en cualquier rincón. Resulta una compañera ideal para amplios sofás de hogar, pero también puede utilizarse en espacios públicos gracias a su solidez.
Está inspirada en un tonel para rememorar la vieja butaquita María Antonieta. Sus finas varillas emulan las duelas de un barril. El asiento y respaldo está inyectado en espuma de poliuretano flexible moldeado. La parte interior es lisa y se puede tapizar en tela y piel. El acolchado de la parte exterior dibuja líneas verticales para simular que las duelas trepan por la estructura.
Con unas dimensiones ligeramente mayores a la original butaquita, Tonella crece a lo alto y a lo ancho, sin perder la esencia del primer diseño con la butaca Tonela Maxi.